Siendo 7 hermanos, hijos de un padre, pero de distintas madres; el jefe de familia decide que ya es momento de repartir sus bienes materiales a sus hijos dandoles tambien un sutil consejo: "Vean lo que hacen con sus riales que la masa no esta pa´bollo y no hay más".
Y así fué, todo fue repartido a sus hijos de forma justa, menos para Petruccia, la hija menor cuyo puesto habia sido arrebatado por Herminio, el nuevo integrante de la familia...
Petruccia solo pidió una alfombra redonda, grande y hermosa que le encantaba y una vitrina llena de tesoros de valor sentimental, más que material. Fue debastador para la hermana enterarse de que Herminio había derramado cloro accidentalmente en su preciada alfombra para luego hacerle unos hermosos cortes decorativos con una tijera a la misma.
Para recompensar este desaire, el padre obsequio a su hija un Chigüire.
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